SICA strikes back

Estos días los investigadores de las universidades andaluzas hemos recibido un mensaje relativo a la evaluación de los CV de los grupos de investigación. Para ello tenemos que volver a actualizar nuestros méritos en SICA2, que es un sistema informático que aglutina todos los méritos de los investigadores andaluces y por los que se nos evalúa constantemente.
Logo de SICA
En el mensaje me encuentro con la promesa de que han «mejorado SICA2». Tras conectarme ilusionado, esperando encontrar una mejora que arreglara los numerosos y graves problemas que presentaba la antigua plataforma SICA, reconstruida entre 2008 y 2011 a través de la correspondiente licitación de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía, y que realizaron las correspondientes empresas adjudicatarias del contrato. Los problemas de la aplicación eran numerosos: estabilidad, rendimiento, usabilidad, falta de integración con sistemas existentes y que ya funcionaban para resolver el mismo problema.
El problema mayor de SICA2 es la manera de trabajo que obliga a seguir. No se permite teclear un dato (un título de artículo, un nombre de revista, un título de congreso, un nombre de proyecto, etc.; en resumidas cuentas, casi todos los datos) directamente en la casilla del formulario correspondiente, sino que, primero, hay que buscar si dicho dato no existe ya en el sistema introducido por algún otro investigador que comparta el mismo mérito (la misma publicación, el mismo proyecto, etc.) Solo tras buscarlo, y en caso de que no lo encuentre, se permite crear el dato nuevo. Con esta manera de trabajar intentan reducir duplicidades. Como es de prever por cualquiera que tenga un poco de conocimiento de usabilidad e interacción persona-ordenador en ingeniería informática, no solo no se reducen duplicidades, sino que éstas aumentan. La causa es que, ante tanta dificultad en la interfaz, por defecto el usuario evita tanta dificultad escribiendo cualquier cosa, pulsando el botón «buscar» y esperando el mensaje de que no se ha encontrado nada parecido para que por fin se habilite el botón «crear nuevo”, que es el que se necesita para dar de alta el registro. Así con todo. La aplicación no pasaría ni las más sencillas pruebas de usabilidad. Por no hablar del rendimiento, con los agotadores tiempos de espera que se producen cada vez que tecleas algo y tienes que esperar que la aplicación busque el dato o valide lo introducido. Los numerosos «cuelgues» y errores de la aplicación han hecho que muchos investigadores sencillamente hayamos dejado de actualizar el SICA2.
Si meter cada mérito nuevo te puede llevar varios minutos, la cara que se te queda cuando la aplicación se cuelga tras haberle dedicado ese tiempo a un solo mérito es un poema. Y si tenemos en cuenta que los méritos se cuentan por decenas (o por centenares, según la productividad de cada investigador), la labor se convierte en un derroche de dinero y recursos públicos (es decir, el tiempo que invertimos en hacer todo eso). Por no decir que rellenar el SICA2 no tiene nada que ver con nuestra tarea ni docente, ni investigadora, ni siquiera de gestión, que debemos llevar a cabo en nuestras instituciones. Pero eso es otro asunto en el que los investigadores de este país ya estamos curados de espanto. Tan solo decir que en estos días me encuentro de estancia en Reino Unido y, para la labor habitual que hace 1 simple investigador en España, aquí tienen a 3 personas a tiempo completo y otras 2 compartidas entre varios. La teoría dice que los británicos son más ricos que los españoles, pero ¿tanto?
La actualización de los datos en SICA2 la llevamos la mayoría sin hacer desde 2013, debido a la inexistencia de convocatorias del PAIDI desde entonces y, por tanto, a la inutilidad de actualizar unos méritos que no iban a ser evaluados por nadie en Andalucía. La parada en las evaluaciones de la investigación de la Junta no ha sido más que un “no hay mal que por bien no venga”. Pero ahora estamos en ese punto en que, si queremos que se nos evalúe a los grupos, a las solicitudes de proyectos, etc. del prometido PAIDI (la nueva edición del Plan Andaluz de I+D), tenemos que volver a dedicar nuestro tiempo a actualizar SICA2.
Tras la promesa de haber mejorado SICA2, me conecto ansioso para comprobarlo. Lo que me encuentro es un simple «lavado de cara” (un simple cambio del aspecto visual del front-end). Pero la aplicación sigue comportándose de igual modo, con nuevos impedimentos de la interfaz de usuario y los mismos errores de ejecución.
Por ejemplo, intento vincular un artículo a una revista JCR que SICA2 no encuentra en su base de datos de revistas indexadas (supuestamente conectada a las de ISI y SCOPUS) y me encuentro con que no puedo hacerlo, que solo puedo «solicitar» que alguien la incluya. En la base de datos hay un registro con el mismo ISSN que alguien añadió en su día, pero tiene el título vacío. Pues bien, sigo el procedimiento de intentar añadir esa nueva revista, solicitándolo, depuro un autor que aparecía duplicado y… error al grabar.
Luego intento probar una prometedora funcionalidad que han incorporado, consistente en dar la posibilidad de que sean las distintas unidades de las universidades las que introduzcan los datos, y el investigador simplemente los valide e incorpore a su CV (función muy esperada y útil, cuya intención se agradece enormemente). Pero de buenas intenciones están los cementerios llenos, especialmente cuando no se han probado lo suficiente dichas nuevas funcionalidades. La aplicación presenta unas simples líneas resumen de los méritos, proporcionados por las unidades administrativas que disponen de los mismos, que se nos recomienda incorporar, preguntando si queremos aceptarlos o no. Algo así:
Tipo de ítempasted1
Responsablespasted2
Títulopasted3
Fechapasted4




««
«

1
2

»
»»
Proyecto
Proyecto
¿Cómo sé si los datos son correctos? La aplicación no permite pulsar en el mérito e inspeccionar para verlo. Lo que se muestra tan solo es un resumen de pocos caracteres (finalizado en puntos suspensivos) en cada casilla. Como no hay manera de inspeccionar el mérito, no te queda otra que aceptarlo si quieres ver sus detalles. Tras aceptarlo, resulta que encuentro que hay algunos detalles incorrectos. Así que intento editarla: no me lo permite porque ese mérito, al estar añadido directamente por la unidad administrativa en cuestión, no puede ser editado por el interesado. Vale, lo admito. Pero como no estoy de acuerdo con los detalles del mérito (que he tenido que aceptar porque no me quedaba otra si quería ver sus detalles), intento borrar el mérito. Pues ahora no puedo. Me genera el error siguiente:
Se ha producido un error inesperado al intentar eliminar el ítem.
Este tipo de errores en un sistema con tantos usuarios y que nos hace perder tanto tiempo simplemente no me parece nada serio. Como ingeniero informático, y junto con muchos compañeros de profesión, llevamos años reclamando que se revise la calidad de estos desarrollos de software de sistemas de información antes de ponerlos como de uso obligatorio. No solo no nos hacen caso, sino que las cosas siguen igual. SICA2 es tan solo un caso más de los muchos que se dan, pero es el caso que nos atañe ahora. Afortunadamente, con SICA2 no mueren personas. Lo peor que puede pasar es que no se nos evalúe justamente para una solicitud de ayuda, proyecto, etc. Las universidades pueden perder unos pocos cientos de miles de euros, mientras los profesores perdemos el tiempo con eso en vez de dedicar más a las clases, a investigar, a realizar la tan necesaria transferencia con empresas, etc. Eso no es nada serio… ¿O sí?
Mi impresión es que el desarrollo informático de SICA2, tanto el antiguo como el nuevo, no ha sido realizado con los mínimos de calidad que un desarrollo de software requiere. No digo que no haya costado mucho esfuerzo y dinero. Seguramente lo ha costado. Pero no ha sido el suficiente que un desarrollo de software tan complejo como éste requiere. Insisto en que antes de poner una aplicación de este tipo en producción, debería ser sometida a las buenas prácticas que la ingeniería informática requiere y, sobre todo, el proyecto debería ser visado para que alguien acreditado (habitualmente, un ingeniero colegiado) se responsabilice de que esto es así. Cuando haya un responsable detrás que ponga su firma, sospecho que las cosas mejorarán mucho. Seguramente irán más lentas, pero muy probablemente serán más seguras y nos harán perder menos tiempo, dinero y, en los peores casos, tener menos víctimas.
Lamentablemente, las inspecciones y visados que se aplican a otros ámbitos de la ingeniería no suelen aplicarse a los desarrollos informáticos. A nadie se le ocurriría inaugurar un edificio con peligro de que algún elemento de la obra se caiga e impida el acceso o, lo que es peor, mate a alguien. Esto pasa cada día en ingeniería informática, a veces sin que el público general se entere del motivo. Con tal solo decir en los telediarios que ha habido “un fallo informático” se arregla todo. Siempre es bueno que haya niños en casa, dice el refranero. Pues los ingenieros en informática hemos dejado hace años de ser niños. Somos profesionales, pero ni los gobiernos ni la sociedad acaban de comprender el alcance del problema ni, por ende, nos aceptan como tales.